REFLEXOTERAPIA EN NIÑOSY JÓVENES CON CÁNCER
Por la Dra. Bibiana Carrasco, Barcelona, España
(N.de.R.: A pesar de no coincidir con el tema de Reflexología en la Maternidad, he considerado no solamente necesario, sino también justo, que al loable trabajo de la Dra. Bibiana Carrasco Domínguez se le otorgue una tribuna para su difusión y conocimiento. Mauricio Kruchik)
El
Hospital de Sant Joan de Déu es un centro Materno-Infantil de 300
camas, que ofrece los tratamientos más avanzados para el cáncer en el
ámbito de la cirugia, la ortopedia, la quimioterapia, la radioterapia,
la rehabilitación, el diagnóstico, etc. El equipo médico trabaja en
contacto con las Comisiones Interhospitalarias Nacionales para la
supervisión y actualización de todos los protocolos de tratamiento del
cáncer infantil y juvenil.
Tanto el equipo médico como la Dirección del Hospital son muy sensibles a la realidad física y emocional de las familias y sus hijos durante el curso de la enfermedad, por lo que ofrece varios servicios para cubrir las muchas necesidades que se originan durante la evolución del cáncer. El estrés emocional y el transtorno familiar es muy grande: una familia puede acudir a Urgencias del Hospital por tener un hijo con fiebre prolongada, o un dolor inexplicable, y de repente quedan ingresados con el diagnóstico de sospecha de cáncer.
Los
servicios ofrecidos por el Hospital son: equipo de voluntarios que
ayudan y acompañan en los juegos y las tareas escolares, escuela en el
mismo edificio, acceso a ordenadores, apoyo psicológico y religioso.
Además de ello, el Hospital facilita y promociona el trabajo de
Asociaciones externas que trabajan para ayudar y apoyar la parte más
emocional y social de la enfermedad. En este campo trabajan payasos,
músicos, psicólogas, y un equipo de Reflexoterapeutas subvencionados por
Afanoc (Asociación de Familiares y Amigos de los niños con Cáncer de Catalunya).
La
asociación Afanoc promueve todas las iniciativas que ayuden a mejorar
el estado emocional, social, familiar y económico de las familias que
tienen hijos con cáncer. Con mi experiencia de más de 20 años como
Cirujana Pediátrica, presenté a Afanoc un proyecto de realizar
reflexoterapia una vez por semana a los niños mientras estan ingresados.
Tanto Afanoc como el Hospital aceptaron inmediatamente.
Desde el inicio hasta la actualidad he tratado unos 120 niños y niñas de todas las edades, desde lactantes de pocos meses hasta chicos de 19 años. Los diagnósticos más frecuentes son la leucemia, tanto linfoblástica como mieloblástica, los linfomas, tanto tipo Hodgkin como no Hodgkin, y los tumores del sistema nervioso central, tanto de cerebro como de médula espinal. Las edades más habituales son entre los 3 y los 8 años, con un pequeño pico en la pre adolescencia.
Me
organizo el trabajo siempre que puedo. Empiezo por informarme del
estado clínico y emocional de los pacientes que estan ingresados a
partir de los médicos y las enfermeras, para conocer las necesidades y
las prioridades.
Cuando
entro en la habitación, me presento y ofrezco la terapia si la família
no me conoce previamente. Los niños pueden rechazar la propuesta, aunque
la familia esté muy interesada en el tratamiento, porque es de las
pocas actividades hospitalarias donde les doy libertad de escoger. Todos
los demás tratamientos son obligatorios y la mayoria son molestos y
agresivos.
Incluso
cuando me conocen, respeto el momento físico y psíquico de cada niño, y
entonces me siento a los pies de la cama, en el sofá, o al lado de la
madre que tiene el hijo en brazos.
El
tratamiento lo inicio con maniobras generales de movilización de todas
las articulaciones y músculos del pie, como mecanismo de aproximación.
Es un tiempo preparatorio para una conversación más profunda o
simplemente una canción.
A continuación trabajo
los sistemas de eliminación: riñón y uréteres, hígado-bazo y digestivo,
y posteriormente las zonas sintomáticas. Las más frecuentes son el
sistema digestivo, la columna vertebral y la cabeza. Siempre que la
tolerancia del niño me lo permite, trabajo sedando los puntos dolorosos o
sensibles del pie.
La
experiencia me ha hecho observar que el sistema digestivo es de los
primeros que se altera: el hecho de estar ingresados, ya modifica la
normalidad. La dieta es totalmente diferente (sobretodo si vienen de
países lejanos). La medicación produce una intoxicación que lleva a la
astenia, y habitualmente no pueden soportar el olor de la comida ni de
lejos. Una de las reacciones habituales es la mucositis (inflamación de
la mucosa de todo el digestivo, desde boca a ano) que les impide el
contacto de la comida en la boca e incluso duele al hablar. La zona de
hígado y vesícula se encuentra siempre sensible o claramente dolorosa,
ya que la medicación produce un exceso de trabajo de depuración. La
eliminación renal se puede cuidar médicamente mejor con una buena
sueroterapia, por lo que las zonas reflejas no son habitualmente
dolorosas.
El
sistema músculo esquelético sufre las consecuencias de la
inmovilización prolongada y/o de intervenciones quirúrgicas, con
hipotrofia rápida de la musculatura y anquilosamiento de las
articulaciones. La simple colocación del port-a-cath (vía venosa
central) les molesta para mover el cuello o el brazo, provocando tensión
y dolor muscular local.
El
conjunto de sensaciones y sentimientos negativos están presentes de
forma más o menos explícita en todos los niños. He observado desde
dolores de cabeza, fotofobia y mareos, hasta manifestaciones vegetativas
(como reacción a la reflexoterapia) de sudor y cansancio. Sobretodo se
manifiestan las emociones secundarias al diagnóstico y a la
hospitalización. Muchos niños pueden no expresar mal humor, ni rabia, ni
ningún enfado, ni miedo; entre otras cosas por mecanismo de defensa
involuntario, por proteger a los padres, por educación recibida. Estos
sentimientos no expresados se manifiestan en los pies mediante dolor o
sensibilidad alterada en los puntos de tensión, que se deben trabajar
sedando. Cuando el chico es mayor, acostumbro a invitarlo a tomar
conciencia de sus sensaciones internas y buscar maneras de liberarlas.
Los principales puntos de tensión son las zonas reflejas de: plexo
solar, apófisis mastoides, articulación temporo-mandibular, articulación
acromio clavicular, articulación esterno-clavicular y sínfisis púbica.
En
esta fase del tratamiento, utilizo varias maniobras de regulación, que
son útiles también en otros momentos diferentes, como por ejemplo:
- para iniciar el tratamiento, en lugar o además de los movimientos preparatorios.
- para calmar después de producir dolor, porque la mayoría de los niños lo toleran mal.
- para equilibrar reacciones vegetativas: sudor, lágrimas, inquietud, etc
- habitualmente, como final del tratamiento, para incitar al reposo, para que el organismo pueda procesar toda la información dada. Algún chico me solicitaba para poder dormir mejor.
Antes de dar por finalizado el tratamiento, procuro repetir el trabajo de los sistemas de eliminación, siempre que sea posible.
Después
de despedirme, dejo constancia de los datos observados en el curso
clínico del paciente, para información de los médicos y enfermeras. En
algunas ocasiones hemos constatado la coincidencia de una disminución
del dolor en zona hepática con la mejoría de los datos de laboratorio
respecto a las pruebas hepáticas en sangre. Después de la cirugía de un
tumor, se puede observar una modificación en la sensibilidad de la zona
refleja, en el pie.
- Oportunidad de ofrecer apoyo físico y emocional al niño durante parte de su proceso.
- Capacidad de complementar el tratamiento básico (quimioterapia, radioterapia, cirugía, etc).
- Oportunidad de tener contacto directo con el equipo médico, con información actualizada del estado del niño.
- Posibilidad de hacer tratamiento sintomático inmediato, de acompañar al niño durante un procedimiento doloroso.
- Oferta de libertad total para el niño: puede hablar, jugar, dibujar, leer, escuchar su música, mirar la TV, comer, incluso rechazar el tratamiento. Considero muy importante la oportunidad de escoger, dentro de un contexto donde no puede evitar nada y debe acatar las decisiones de los demás (la mayoría desagradables).
Otras características no son tan deseables, pero no se pueden evitar:
- Discontinuidad en el tratamiento. Los niños están ingresados el mínimo tiempo posible, sólo se hace tratamiento cuando el niño está en el hospital.
- Poca intimidad y silencio, ya que en la habitación entran la familia, las enfermeras, los payasos, los maestros, los voluntarios, etc, que la mayoría de las veces respetan el tiempo del tratamiento, pero en ocasiones no se pueden evitar.
A lo largo de la experiencia he observado algunas situaciones que se han repetido:
- Dolor en la zona refleja de hígado y bazo. En ocasiones no es dolor, pero los niños pueden apreciar una sensibilidad especial al tacto.
- Piel progresivamente seca de la planta de los pies, que se acompaña de la sequedad de toda la piel, propia de la enfermedad y el tratamiento, a pesar que están muy hidratados
- Localización precisa del órgano o zona afectada, sobretodo en tumores sólidos.
- Apreciación de los cambios de la enfermedad, sobre las zonas reflejas. Se aprecian cambios en el tacto y la sensibilidad del pie a medida que avanza el proceso, sobretodo en niños mayores, que pueden expresar sus sensaciones.
- Unanimidad en la sensación de bienestar y relajación, apreciada por los enfermos. Aunque algunos no lo expresen verbalmente, la mayoría esperan con ansia el día de la semana de reflexoterapia.
- Mejoría de la función renal. Aumentan las micciones (sobretodo en volumen) a las pocas horas después del tratamiento.
- Regulación de la función digestiva. El estreñimiento frecuente en estas situaciones (secundario a: enfermedad, medicación, inmovilización, astenia) suele mejorar moderadamente.
- Disminución variable del dolor. En algunos casos ha desaparecido el dolor momentáneamente o ha disminuido durante unas horas, al terminar el tratamiento de las zonas reflejas.
Como conclusiones puedo destacar algunas afirmaciones importantes:
- Es un complemento muy útil en oncología.
- Tiene una muy buena tolerancia y aceptación por parte de los enfermos y sus familias.
- Ofrece un claro beneficio físico y emocional.
- Ayuda en la mejoría de los síntomas digestivos.
- Colabora en el tratamiento del dolor.
- Abre una vía de colaboración entre profesionales, para seguir tratando y estudiando sus efectos.
Gracias a la Dra. Bibiana Carrasco Dominguez por su estupenda contribución, no sólo a www.maternityreflexology.net, sino también a la divulgación de los beneficios de la Reflexología en el mundo.
Sobre la Dr.a Bibiana Carrasco Domínguez
Nacida en Barcelona (Espanya) 1956
Licenciada en Medicina y Cirugía 1979 (Universidad de Barcelona)
Nacida en Barcelona (Espanya) 1956
Licenciada en Medicina y Cirugía 1979 (Universidad de Barcelona)
Especialista en Cirugía Pediátrica 1983 (Hospital de Sant Joan de Déu de Barcelona)
Quiromasagista 2000 (Heilpraktiker Institut de Barcelona)
Reflexoterapeuta 2001 (Escuela de Hanne Marquardt en Barcelona)
Instructora de Masaje Infantil 2004 (Asociación Española de Masaje Infantil)
".... La salud de los niños ha sido una prioridad desde siempre. La visión más humana de la cirugía ha ido llevando, con los años, al estudio de la Reflexoterapia y otras técnicas.Ejercer la medicina en estos dos campos tan distintos, a veces vistos como excluyentes o contradictorios por algún sector, ha significado un esfuerzo de adaptación interna para asimilar y ajustar la vida profesional.En la actualidad, la Cirugía y la Reflexotarapia están totalmente integradas en mi actividad laboral diaria, en los hospitales de Mataró (Maresme) y Sant Joan de Déu de Barcelona....." Verano ‘07
".... La salud de los niños ha sido una prioridad desde siempre. La visión más humana de la cirugía ha ido llevando, con los años, al estudio de la Reflexoterapia y otras técnicas.Ejercer la medicina en estos dos campos tan distintos, a veces vistos como excluyentes o contradictorios por algún sector, ha significado un esfuerzo de adaptación interna para asimilar y ajustar la vida profesional.En la actualidad, la Cirugía y la Reflexotarapia están totalmente integradas en mi actividad laboral diaria, en los hospitales de Mataró (Maresme) y Sant Joan de Déu de Barcelona....." Verano ‘07